La puesta en valor de los residuos de biomasa de podas forestales, vides y kiwis evitaría la proliferación de incendios forestales y la reducción de plagas y enfermedades del sector. Esa es la principal conclusión a la que llega un proyecto transfronterizo que analiza este recurso y que lleva por nombre Biomasa-AP. De acuerdo con los datos recopilados en este informe, en la eurorregión Galicia-Norte de Portugal existen más de un millón de hectáreas de matorral sin arbolado. Esa cifra se reparte casi a partes iguales entre ambos territorios, ya que el 53 % se encuentra en Galicia y el 47 % en la zona más próxima al territorio gallego del país vecino. El empleo de estos estudios, concluye el proyecto, amortiguaría además posibles subidas de precio de la biomasa y serviría de resorte para las economías locales.
¿Cómo se reparten esas hectáreas y que cantidad de biomasa producirían? El informe aclara que de ese millón de hectáreas de matorral sin arbolado, la mitad son mecanizables. Esto supondría alrededor de 1,5 megatoneladas por año de residuos, que equivaldrían a 341.000 tep, que son las toneladas equivalentes en petróleo. En lo que se refiere a la vid, existen algo más de 100.000 hectáreas de viñedo en la eurorregión —el 20 % en Galicia—, lo que se traduce en unas 38.000 hectáreas de superficie mecanizable y 75.000 toneladas al año de biomasa que producirían energía equivalente a 17.000 toneladas de petroleo. Por su parte, el kiwi supone unas 2.500 hectáreas (28 % en Galicia) que son mecanizables en su mayoría hasta aportar 9.000 toneladas de biomasa verde, equivalentes a 17.00 tep. «Estos datos son una idea del enorme potencial disponible en Galicia y el norte de Portugal en lo que a biomasa se refiere», concluye el estudio.
El informe pone de manifiesto que se han desarrollado diferentes tecnologías de aprovechamiento energético a pequeña escala como son sistemas de combustión, microcogeneración y gasificación que han sido alimentados con los nuevos biocombustibles, todo ello acompañado de las simulaciones fluido dinámicas pertinentes. El informe llega a la conclusión de que es necesario «líneas de ayuda que promuevan la recogida, el transporte y tratamiento de biomasas alternativas, la producción de combustibles derivados y el uso de equipos compatibles con estos combustibles, sentando así las bases de un nuevo modelo productivo, la bioeconomía.
Fuente: La Voz de Galicia
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